jueves, 24 de octubre de 2013

La Observación.


Por lo general, he de confesar que me considero una persona observadora. Me fijo en todo tipo de pequeños detalles, desde la marca de un bolígrafo, la esencia de una mirada, un pequeño acto instintivo que se repite ante una determinada situación.  Pequeños detalles que aportan gran cantidad de información. Información no verbal. Información a veces sin intención comunicativa, pero que aporta gran cantidad de datos.
A veces uno se relaja y puede no fijarse en las cosas más corrientes, aunque en mi caso me soy una persona bastante observadora. Holística o focalizada.  
Ser observador  sirve para recibir mayor cantidad de información. Muchas veces sin tener que preguntar o facilitar. Además ser una persona observadora, también ayuda en el aprendizaje de una lengua. Cuantas veces estas en contextos y ves palabras que solo ves en esos contextos, o expresiones al uso. Si por ejemplo fuésemos de compras a unas cinco tiendas en un intervalo corto de tiempo como una hora o una tarde, y si la gente que nos ha atendido nos ha tratado con el grado de cortesía adecuado, lo más normal es que ya hayamos interiorizado una expresión de despedida formal tal como “Pase un buen día”.
La observación en una clase adquiere un gran servicio. Se observa el procedimiento de enseñanza-aprendizaje, aporta más datos a la evaluación continua y a la retroalimentación.
En una clase se puede observar absolutamente todo. Hasta el más nimio detalle, desde la disposición de la mesa, la postura corporal, la entonación de los participantes, los materiales que se emplean, etc. Observar y anotar algún detalle que no quiera que se le pase.
Creo que la observación es muy enriquecedora, podemos ver a otros docentes y siempre vamos a sacar ideas para nuestras clases o las vamos a vincular con habilidades, aptitudes o actitudes en las que nos sentimos fuertes o que por el contrario podemos mejorar.
Incluso añadiría que sería bastante positivo alguna vez grabar nuestras propias clases y poder verlas posteriormente para saber en qué podemos mejorar. Tonalidad de voz, expresión no verbal, etc.

La observación es importante, porque es una parte de compartir saberes. Muchas veces lo que aplicamos en un sitio, en un alumno no podemos trasladarlo pero otras muchas veces tendremos una situación o un problema que en el momento no sabemos solucionarlo de la mejor manera, cuando habrá algún compañero que haya experimentado lo mismo y nos pueda ayudar desde su vivencia y perspectiva. Porque a veces podemos sentirnos solos dentro de clase, a veces cómodos en nuestra independencia en el aula, pero otras muchas veces compartiendo saberes enriquecemos uno mayor.


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