Por lo general, he de
confesar que me considero una persona observadora. Me fijo en todo tipo de
pequeños detalles, desde la marca de un bolígrafo, la esencia de una mirada, un
pequeño acto instintivo que se repite ante una determinada situación. Pequeños detalles que aportan gran cantidad
de información. Información no verbal. Información a veces sin intención comunicativa,
pero que aporta gran cantidad de datos.
A veces uno se relaja
y puede no fijarse en las cosas más corrientes, aunque en mi caso me soy una
persona bastante observadora. Holística o focalizada.
Ser observador sirve para recibir mayor cantidad de
información. Muchas veces sin tener que preguntar o facilitar. Además ser una
persona observadora, también ayuda en el aprendizaje de una lengua. Cuantas
veces estas en contextos y ves palabras que solo ves en esos contextos, o
expresiones al uso. Si por ejemplo fuésemos de compras a unas cinco tiendas en
un intervalo corto de tiempo como una hora o una tarde, y si la gente que nos
ha atendido nos ha tratado con el grado de cortesía adecuado, lo más normal es
que ya hayamos interiorizado una expresión de despedida formal tal como “Pase
un buen día”.
La
observación en una clase adquiere un gran servicio. Se observa el procedimiento
de enseñanza-aprendizaje, aporta más datos a la evaluación continua y a la
retroalimentación.
En
una clase se puede observar absolutamente todo. Hasta el más nimio detalle,
desde la disposición de la mesa, la postura corporal, la entonación de los
participantes, los materiales que se emplean, etc. Observar y anotar algún
detalle que no quiera que se le pase.
Creo
que la observación es muy enriquecedora, podemos ver a otros docentes y siempre
vamos a sacar ideas para nuestras clases o las vamos a vincular con
habilidades, aptitudes o actitudes en las que nos sentimos fuertes o que por el
contrario podemos mejorar.
Incluso
añadiría que sería bastante positivo alguna vez grabar nuestras propias clases
y poder verlas posteriormente para saber en qué podemos mejorar. Tonalidad de
voz, expresión no verbal, etc.
La
observación es importante, porque es una parte de compartir saberes. Muchas
veces lo que aplicamos en un sitio, en un alumno no podemos trasladarlo pero
otras muchas veces tendremos una situación o un problema que en el momento no
sabemos solucionarlo de la mejor manera, cuando habrá algún compañero que haya
experimentado lo mismo y nos pueda ayudar desde su vivencia y perspectiva.
Porque a veces podemos sentirnos solos dentro de clase, a veces cómodos en
nuestra independencia en el aula, pero otras muchas veces compartiendo saberes
enriquecemos uno mayor.
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