martes, 24 de septiembre de 2013

Grupal Peticiones + Comentarios José

Volvemos con el hilo anterior donde examinábamos diferentes metodologías de abordar las peticiones. La puesta en común del grupo y los comentarios más relevantes de José.

Las fórmulas convencionales
¿En cuál de las dos actividades tienen los alumnos mayor libertad de expresión?
En la actividad B porque a través de la dramatización de roles, "role-playing", se establecen las pautas que facilitan la elaboración de aquellas fórmulas apropiadas para la situación comunicativa señalada.
En un ambiente motivador, dinámico e interactivo el alumno aplica sus conocimientos, comprende e interioriza las estructuras.
¿Cuál es la mejor para aprender a realizar peticiones en español? ¿Por qué?
La actividad B porque está orientada hacia una comunicación natural y espontánea  de una práctica, claramente especificada con:
o    un contexto real donde realizar la acción
o    unos objetivos de comunicación concretos y
o    toda la información necesaria sobre los personajes, su relación y la situación vivida.

¿Permiten las dos actividades valorar si el alumno sabe formular peticiones de manera adecuada?
No. La actividad A solo nos proporciona información sobre los aspectos gramaticales pero es la actividad B la que, además, permite saber si los utiliza en un contexto adecuado.
¿Utilizarías en clase las dos actividades, solamente una o ninguna? ¿Por qué?
Ambas actividades son idóneas para aplicarlas en el aula. El momento lo determina el objetivo que se desee alcanzar.
En un principio, se trabaja con la actividad A porque se centra únicamente en los aspectos gramaticales (repetir unos patrones facilita una práctica comunicativa ) y la actividad B es más productiva y fluida si hay unas bases y conocimientos donde asentarse.
Grupo 2

Querido grupo 2:

Gracias por vuestro trabajo. Estoy completamente de acuerdo con vosotros; yo también pienso que la actividad A no enseña realmente a hacer peticiones.

La cuestión es: ¿qué es en realidad "hacer peticiones"? ¿Consiste eso en utilizar unas estructuras gramaticales concretas, o bien en llevar a cabo un acto, con medios lingüísticos que pueden variar según la situación? Si la respuesta es la segunda, entonces la actividad A no sirve para enseñar a hace peticiones. Servirá, en todo caso, como una actividad preparatoria, una especie de ejercicio gimnástico puramente estructural, que después --en ciertas circunstancias-- les será útil para aplicarlo a la formulación de peticiones. 

Aprender a formular peticiones es algo que exige, entonces, tener en cuenta un criterio de adecuación pragmática: qué pedimos (no es lo mismo pedir un bolígrafo que pedir cien euros), a quién (no es lo mismo pedirle algo a un amigo que a un jefe), en qué situación... Una actividad que no tenga en cuenta estos parámetros, ¿puede decirse que sirve para aprender a realizar peticiones, y para valorar si el alumno sabe formular peticiones? Más bien no...

Eso no significa que la actividad A no pueda usarse en clase, naturalmente. Como bien decís, su utilidad real es la de practicar estructuras, y puede servir como preparación y/o como refuerzo, dentro de una secuencia didáctica orientada a "hacer cosas con la lengua"... 

Un saludo y felicidades por vuestro análisis, tan concreto y claro,

José

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